Biografía de Florence Nightingale

Florence nació en Florencia Italia el  de mayo de 1920. Ella pertenecía a una familia de elevada posición social, ambiente en el que Florence creció y fue educada. Su educación estuvo a cargo de su gobernanta y de su padre, quien le enseñaba griego, matemáticas y ciencias. 

A los 17 años viajo a Francia, Italia y suiza, su cultura era más elevada que la de los demás chicos de su edad lo que ella en realidad hacia era visitar hospitales y hacer anotaciones, después los comparaba ya que los hospitales que ella visitaba y en aquel entonces estaban a cargo de las hermanas de la caridad, ella hacia esto para poder encontrar su vocación.

Después de regresar de su viaje se dio cuenta que le hacía falta visitar hospitales, es ahí cuando decidió cual era su vocación, porque le llamaba la atención el cuidado de los enfermos.
En el 1845 aprendió el oficio de enfermera en el hospital de Salisbury,
impulsada por tres razones: las más grande, la más noble y la que sería el
norte de su vida, constituida por su convicción de que no bastaba la habilidad
del médico para salvar a los enfermos, sino que era necesaria la cooperación
activa e inteligente de la enfermera.

En aquella época el hospital era un lugar con inmoralidad y solo las personas con mala vida y problemas de alcoholismo, por lo regular eran mujeres ignorantes e incompetentes, así que cuando Florence le dice eso a sus padres lo ven como una falta de respeto a su vida social y no quieren que Florence se dedique a eso.

En 1849, tras un largo período de cortejo, hasta rechazó una propuesta de matrimonio, convencida de que su destino no era casarse. Nada desviaba a Florence de su misión: quería ser enfermera, de manera que desafiando a sus padres, continuaba visitando hospitales en París, Roma y Londres.

En 1850 su padre finalmente se dio por vencido y le permitió entrenarse como enfermera en Alemania. A su hermana le quedó tan difícil aceptar que Florence era tan independiente que sufrió una crisis nerviosa en 1852. Eso la forzó a volver a cuidarla. Pero en agosto de 1853 finalmente logró lo que quería: fue nombrada superintendente en un hospital de mujeres en Harley Street, Londres.

En 1853 comenzó la guerra de Crimea, había historias en el periódico que describía lo horroroso que eran los hospitales del ejército británico, el secretario de guerra del ejército conocía muy bien a Florence, así que le pidió que fueran 38 enfermeras. Fue la primera vez que se aceptaron mujeres en el ejército para poder ayudar a los soldados, cuando Florence y las demás enfermeras llegaron se dedicaron a limpiar de esta manera el lugar en donde curarían sería más limpio, esa fue la primera vez donde las tropas fueron tratadas con decencia.

En 1855 fue llamada la mujer de la lámpara, porque en los periódicos salió la primera foto de Florence atendiendo soldados con una lámpara en la mano de esta manera se ganó muchos fans. A Florence no le entusiasmaba la celebridad si no que su trabajo y ayudar a los demás era lo más importante para ella. Su familia acepto su labor desde entonces y cuando llego a su casa su familia la recibió con entusiasmo.

En 1957 Florence influyo mucho para que las establecieran nuevos departamentos de medicina, ciencia sanitaria y estadística en el ejército para mejorar el cuidado de salud de los soldados.

En 1959 publico sus más famosos libros “notas sobre enfermería” “notas sobre hospitales”. En 1960 se fundó una escuela en su nombre.

Su trabajo durante las décadas siguientes ayudó a establecer a la enfermería como una carrera respetable para las mujeres y a mejorar los hospitales, para que se volvieran lugares limpios y espaciosos en los que los pacientes se pudieran recuperar. Pero mientras hacía campaña, su propia salud se fue deteriorando.

En 1970 su enfermedad empeoro tenía dinero para pagar por medicina privada pero no quiso ya que su labor era ayudar a los pobres y no quería darse ese lujo, ella quería ayudar a las personas con menos recursos pero ya no pudo ya que la enfermedad la deterioro por completo. En 1910 muere Florence hoy en día es muy apreciada por los enfermeros en general ya que gracias a ella los hospitales y el cuidado de las personas se debe a su labor y todo lo que ella lucho en vida.